¡Eres!

¡Invita la luz, soy ella!
¡Sí, debes creerme!

Es otra forma de protegerse de las sombras,

cuando no vale la pena la palabra.
Ellas son testaduras, van sin ver y sin mirar.

¡No soltaré el plumón de los ángeles,

aún puedo volar en unos renglones,
porque he aprendido de su vuelo desprendido!

También, aprendí a ir en la corriente de las estrellas,

desnudarme como un árbol seco,

y, saber que las aves aún lo visitan.
Se extrañan de su permanencia.

Ser de la orilla quieta, no me importa;
permite mirar lo que va en la corriente.

Si miras el cielo, sabes de los pasos de los astros,

porque los sientes en los latidos del corazón.
Puedes ser feliz en cualquier sitio,

como una llama de veladora movida por la brisa,
hasta que apaga temporalmente.
Acá en la vida, te apagan de todos modos,
pero, antes, alguien pronuncio un padrenuestro.

Como huésped de mí misma,

esculpo mi espíritu sus verdades.

¡Eres experiencia!

Un chasquido y nada más,
uno entre tantos.

Humo prófugo huyendo con el viento,

difuso resplandor de mansedumbre 

robando a la vida pensamientos.

¡Y, campo a través, ya nadie sabe quién eres!

Pero, sigues siendo partícula en el aroma...

Energía.
¡Porque eres!

alv- en: "Ranita Azul"