Lazos (Musa)

Por los perfiles de mi incertidumbre se derraman palabras, agitando los versos y tiemblan mis ansias. No sé si soy cuando acaparo el misterio en las heladas noches de mis quejas; descubriéndome en el brío del aire o elevándome en un atardecer hacia tus cumbres ¡Sé también cómo te dejas caer con la dureza de tu peso! -Me necesitas pero huyes de mi dolor que es el tuyo revuelta en tus mareas.- ¿Dónde mi musa, dónde? Cuando se irisa el color de mis mejillas creyéndome festejo de algún sueño. ¡Estás ahí, atándome segura en tu todo para mis noches de manantial. Inspirándome. Y cuando éstas, se marchita la lejanía, aunque surges redonda entre algodones de seda y señales de tu tránsito donde duermes, mi satélite. Sabes de las cosas que sé y son muchas más  pero me basta el labio para saber a que sabes, voy rozando la redondez de tu alma de piedra... donde se rinden los que te escriben porque existes; aunque empiezo a adivinarte tal como eres cuando el reflejo se esconde bajo el limo El mundo nos transforma y somos de este acá donde se tiembla, pero siguen despertándose mis sentidos  con el aroma de campo en primavera a pesar de desear la muerte. Pero tú, infinita y dura imagen, gravitas en tu forma amenazante y sin rodeos imprecas por si cae... O siempre te haces cripta, círculo de agua,  junco enhiesto en mi orilla, reflejo azul... ¡Intocable! Mientras, suspiro asida a mi soledad por los nenúfares; y sé que no sigues el croar y ni te importa aunque intuyes los remolinos de mi angustia. Vital, aún sacudo este empequeñecido destino con el desprecio del tiempo al que voy unida... Mi experiencia. El que se va escapando a saltos desde los suburbios de mi mente hacia la elegante mansión, donde palpita un corazón de pozo. ¡Oh, de mi extracción baldía! Sólo sé que si osara asomarme  sería por fin un huésped silencioso empujado hacia al vacío sin poder frenar ese suicidio. Elisa 2011