Pensaba...

Fotografía de: alattkeva

Pensaba, que eres de la Vida y no hay ninguna duda, pero es que ella transcurre presa de su tiempo y del contexto social al que se encadena nuestro destino. Quizá sea para algunos un transcurrir en relativa calma y hasta se puede traducir en bienestar, si eres dueño o dueña de la tuya y no de las circunstancias, para decidir en libertad dentro de unos derechos y cumpliendo naturalmente los deberes justos que imponen las leyes y el orden constitucional.

Debemos pensar en lo que te exige cada contexto social para obrar en justicia. ¿Pero, cómo saberlo? Tengamos en cuenta, que la libertad en la mayoría de los casos nunca es una loca decisión individual que nos asalta, sino una exacta forma moral y ética con reglas precisas y necesarias, que nos dan esa tranquilidad que nos merecemos todos, pues aceptamos las mismas porque deseamos sentirnos en equilibrio con una sociedad civilizada y consciente de sus avances y progresos culturales y tecnológicos, empezando por nuestro entorno familiar donde las reglas de convivencia nos permiten sentirnos a gusto en nuestro hogar y con los nuestros, como en consonancia con el resto de individuos que piensan, razonan y reaccionan con la misma educación y si es posible las mismas ideas que compartimos o forma de pensar que, sin ser uniforme nos facilita aceptar una diversidad de situaciones y hechos ajenos a nuestra conducta y educación tradicional, pero que con el avance de los tiempos vamos aceptando otras alternativas aunque no estemos de acuerdo con ellas, pero admitiendo que deben ceñirse a los mismos principios y reglas de convivencia y estar regidas por leyes morales de las que disfrutamos el resto, porque se vive con la misma libertad dentro de los mismos derechos y deberes, pero sin abusar de la confianza o la libertad ajena e incluso llevarnos a situaciones que están en contra de lo que pensamos, tal como se comprende que debe ser el respeto mutuo y así comprobamos, que esa convivencia no tiene porque alterarse si acepta las reglas de convivencia, sus obligaciones y derechos con el resto de la que dependen los mismos individuos que conviven a su lado.

No creo que sea tan difícil llevar a cabo algo si la Ley nos protege a todos, por lo mismo que deseamos mantener en el conjunto de ese orden social que deseamos justo para todos.
Decía un poeta de las letras inglesas y de los llamados "malditos", Charles Bukpwski, el último de los calificados con este adjetivo en unos de sus tantos poemas y versos, que nos deja ver un prototipo de ser humano, que vive en su incertidumbre por falta de resolución que le dura toda la vida; seres de poca voluntad o determinación, donde el mundo se les convierte en un reto, si se quiere hacer algo por nosotros mismos, pues aún sin haber alternativas ni términos medios para quienes sueñan o desean un cambio en la vida, nunca se deciden empezar algo por su cuenta o no se implican en iniciarlo y llegar al final de lo emprendido. Así de sencillo es todo lo que a veces no se comprende de esos otros semejantes, aunque exista un segundo factor que quita ilusión o no da estímulos y alza la moral de ese ser en su laberinto personal. El poema de este autor "Lanzar los dados" , poema de este autor, nos deja ver esa situación en la que se mueven muchos seres humanos por falta de decisión cuando la necesitan con urgencia.
Quiero confesar que nunca me atreví a lanzar mis dados, hasta este mismo momento en que dejo este recuerdo y reseña del autor y lo que pienso. No voy a saber qué pudo pasar de haber lanzado mis dados.
"Lanzar los dados"

Si vas a intentarlo, ve hasta el final,
de lo contrario, no empieces siquiera.
Tal vez suponga perder novias, esposas, familia, trabajo, y quizá, la cabeza.
Tal vez suponga no comer durante tres o cuatro días.
Tal vez suponga helarte en el banco de un parque.
Tal vez suponga la cárcel.
Tal vez suponga humillación.
Tal vez suponga desdén, aislamiento…el aislamiento es el premio.
Todo lo demás es para poner a prueba tu resistencia,
tus autenticas ganas de hacerlo.
Y lo harás, a pesar del rechazo y de las ínfimas probabilidades.
Y será mejor que cualquier cosa que pudieras imaginar.
Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
No existe una sensación igual.
Estarás solo, con los dioses,
y las noches arderán en llamas.
Llevarás las riendas de la vida hasta la risa perfecta.
Es por lo único que vale la pena luchar.

Charles Bukpwski