Amigos, familia y conocidos

martes, 16 de junio de 2009

Oye, Agua:


Oye, Agua:




Esto de sentirse mujer se te parece en el agitar continuo en que te mueves; y no nos basta el rugido del dolor cuando nos llega, pero sí queremos meter los dedos en las llagas. Si me escuchas, no retraigas tus oleajes ni los quites de mis horas; ni tus manos en donde contigo estoy mejor, sintiéndote en la fosa abisal de un pensamiento. No me basta ser mujer para sentirte, sentimiento; no basta que explosiones dentro, haciendo trizas mi cerebro. Porque un pensamiento solitario no nos basta cuando lo urde cada aliento. Necesito introducir mis dedos en mi vientre, en mis entrañas de pulpa madurada para abrirme, ¡arrancarme con ellos el insecto que dormita, demostrarte cada cosa de estas vísceras dolidas! ¡Pero qué injusta la noche de los labios fríos, de la ausencia de sonrisas, de este sentir que sin estar persiste con la sal de los míos!




¡Qué injusta la noche de luna cansada sin canto de ranas, tan enferma y pálida! La del nudo que aprieta, la del verso que estruja, la de la elipsis en la palabra que sujetas... La expresividad o la antítesis de la misma paradoja que juega con el verso en perífrasis. ¡Y la anudas sin florecer al alba, pero la llevas al pico de las aves! Me asombran los dedos salados de mi carne cuando me cubro toda de sudor helado y callo. Me tiemblan las falanges. Y sé que soy llanto de las mismas lágrimas, y, como tú, agua. ¡Qué poca diferencia esto de sentirse mujer viviendo en un sinvivir al mismo tiempo! Y cúbrome toda del enfermizo desencanto del vivir sin muerte, del emerger sumiso en este aire viciado de polvo que me eleva, o me aflige; siendo el efímero parpadeo de un ruiseñor sin alas con el halcón siempre en vuelo.




Y soy mujer la que así escribe desde su único Yo, donde moran dentelladas de los siglos para amar y dolerse del dolor del parto. ¡Y no hay embolia, trombosis, alzheimer, ni artrosis; tampoco la artritis en combate, sólo lágrimas de fracaso por ser lo que no vives o ser lo fracasado! Es así la vida, con dos caras de luces y de sombras, donde se va muriendo cada cual frente a su estrella y Dios nos mira desde en todas ellas. Esto de sentirme mujer me va cansando. Amor de agua, recoge todas tus palabras que arrojaste a mi vientre, que yo te dejaré mis dedos para abrirme, porque esto de sentirse mujer a todas duele... ¡Y si se han encogido tus entrañas, te daré las mías para amarte!



A. Elisa Lattke V. 2008

_________________


*Tengo sed... y filtro mis palabras para bebérmelas en silencio. (Ranita-2008)


*Me doy cuenta que la lejanía consiste en alejarte de ti misma, para poder saber que estabas allí esperándote de nuevo. *alattkeva.-09

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita.
Cualquier comentario que hagas aquí, se valora y ayuda a mejorar el contenido del blog, sobre todo al buen uso de la Lengua.
Puedes escribir a mi correo personal: auslava@yahoo.es