No sé qué piensas, mujer

Sinopsis de un poema personal

Dar un bosquejo personal es como verse ante el espejo propio cada cierto tiempo, extrayendo verdades sin temor a lo que mueve este mundo allí dentro y fuera de nosotras. 

 Y aún es más...

Lo entrañable del ser que se ocupa de ver mucho mejor lo que no ven los demás e incluso la propia familia.

Esos otros a los que damos amor, respeto y buenas intenciones.

Quizá 'el ave mujer' en 'su jaula', se acostumbra a no volar más alto de lo permitido, aunque tenga abierta la parte física de la misma, sabe que su mente está afuera en contacto con la vida y la propia naturaleza de su ser; busca una salida siempre fuera de lo que la encierra en su aletear de rebeldía, por pensar de otra forma o razonar lo que a todos nos hace mejores o peores como seres humanos. Quizá no caiga bien, ni he caído bien a ciertas personas, por mi cultura diferente y mi manera de ser y ver la vida, siempre observando los detalles de mi educación y censurando lo incorrecto  . 

Pero es que todos y todas, olvidamos que vivimos una experiencia necesaria pero siempre diferente. Y de eso depende el futuro de nuestra esencia prestada a cada epoca y contexto por cultura y educación, de la que no me olvido.

(Me hablo a mí misma)
Foto: alattkeva
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No sé qué piensas, mujer,
si por verme callada me escudriña tu alma;
como péndulo de reloj que me marcara, las horas de los días
en el vaivén versátil de los tiempos;
donde se engranan las circunstancias de los hechos
o se conoce su simbología.

Y en esa quietud que marca toda lágrima, la mía
¡No sé qué piensas, mujer...!
¡Sí, tu misma eres quién se escribe y todo lo has dicho y lo has pensado,
bilocada en tu ser, te multiplicas,
pero comes la fruta bien amarga!

Te repites en el amor como la brisa
que sopla desde el norte a tus mejillas.
No sé qué piensas, mujer...
¿Cómo entenderte?
Si parece que vuelas en la lluvia
pisando descalza las violetas
y, empapada, te duermes sobre hojarasca seca.
No sé, si el ánimo cansado,
te deshilacha llevándote en el viento
y los años van buscando un refugio de luz dentro del pecho.

No sé si para hallarte, debo por fin pensar que nunca estuve, ni fui la que te hablara o fui la niña que sueña con nostalgia.
*

Dibujo: alattkeva
Australia Elisa Lattke Valencia