Hacedor:
Te he ido a buscar por el rincón del alma
para besar en mis huellas del pasado,
lo que siente el amor enamorado
y compartimos voces en la calma.
¡Y dónde hallar un trébol de cuatro hojas,
un murmullo en oración de los instantes
con la paz infinita para amantes,
albergue de las rosas que deshojas...!
¿Es tu hábito probar a muchos seres
cuando te sabes en su carne dolorida,
sintiendo en los azotes de la vida
ampliarnos la sonrisa si nos hieres?
Percibí los romeros florecidos
y al lado de las rosas te alegrabas,
pero sus almas dentro las amabas
recordando aromas más queridos.
¡Y dónde hallar un trébol de cuatro hojas,
un murmullo en oración de los instantes
con la paz infinita para amantes,
albergue de las rosas que deshojas...!
Elisa
Elisa, no me das tiempo... Eres la poeta de la madrugada. :))
ResponderEliminarBesitos
Bueno, quizá sea que el tiempo del que dispongo se generoso conmigo, no regalándome la diosa inspiración cuando tengo otras ocupaciones y busque despertarme para ofrecerme alguna cosilla. Las ranas azules no venenosas, se contentan con poco, amigo mío, son siempre renuncias de una especie que se extingue.
ResponderEliminarUn beso y gracias.