Oigo crujir los postigos del alma
con bisagras y goznes en concierto,
acompañan cuadernas a mi barca,
sacudidas de mar cerca a su puerto.
Temo sobre cubierta marejadas
levantadas en olas por exceso,
llevarse un corazón hacia sus radas
abandonando nave a su regreso.
¡Oh mi barca de tempestades llena
cómo he podido mirar todo tan claro,
si lo devuelves turbio en mucha pena
y vas al arrecife del varado...
Porqué me dejas al pie de mi navío
capitana en la angustia de una queja
en espera del tiempo en albedrío.
Me temo que si arrancan mis galones
por suerte de ser madre quien conduce,
compromete resultado y razones
de llevarme a escorar por quien deduce.
¡Malaya la intención del que lo piensa
y bendita visión de mi paciencia!
Elisa en: "Salambó"
2010
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