Frecuente es hallarme conmigo misma
extrayendo de mí otros alientos;
y cribar un dolor de malos vientos
que se libere mi alma donde abisma.
Viajera soy en mí por algún cisma,
busco saciar la sed de un desaliento;
y, a mi simiente darle los cimientos
ungida en el bautizo con el crisma.
No es extraño querer ser de ese abrigo
más cercano al amor que nos vigila,
caminando caminos de memoria.
En vigilia se percibe al testigo
como símbolo de un ala cuando oscila,
en momentos precisos de mi historia.
Y el mensaje de 'un ave'
que perdió un plumón allá en su cielo,
me acompaña con amor por este suelo.
Elisa
Oct/2010
Hola Ranita azul:
ResponderEliminarTengo una seguidora que también es ranita pero ella es verde, me encantará tener una representante de color lapislázuli para visitar...
Referente a tu escrito, todos somos viajeros y precisamos encontrarnos, sobretodo cuando las alas oscilan entre el cielo y el suelo.
Un beso, te sigo.
Una "Froschieblau", 'Ranita Azul', mote de mi infancia puede ser 'una gema' más para quien me visita. ;-)
ResponderEliminarGracias. Elisa
*Ese poema está basado en un deseo y una promesa cumplida una vez más entre otras. Pisar el suelo sí, pero seguir mirando al cielo es importante, así lo dice una querida amiga.
Gracias. Elisa
Querida Ranita azul:
ResponderEliminarSoy una soñadora compulsiva, asumida como utópica, que ha mordido la tierra varias veces, me han destrozado las alas, he sentido el dolor y he sangrado; pero aún así, no dejo de volar con mi imaginación...Creo que ese estigma los llevamos los que amamos el arte, los que nos liberamos pintando, dibujando, escribiendo. No podemos evitar soñar y volar.
Me agradan tus pensamientos, y me gusta tu casita, la siento cálida y confortable.
Un besito.
Elisa, de tantos días que paso por aquí en silencio, hoy me detengo para decirte que me encanta leerte, excelente como siempre, que tengas lindo fin de semana, un abrazo y muchas gracias por tus palabras dejadas en cielo y tierra, cuídate mucho =)
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