Algún día este miedo de sentir
me arderá en las manos;
algún día la combustión
me perderá en el horizonte
en humo azul de lejanías.
Y liberada no seré una sombra...
Por fin tendré la meta final a mis señales.
...
En la posada de la Vida nos dejamos todo
hasta los infalibles sueños con sus nudos;
en la posada del hombre la mujer es oleaje
golpeando sólo la húmeda tierra de su orilla.
En esta extraña soledad se va en muchedumbre
entre sonámbulos sueños que imaginan ver estrellas,
cuando aún la vida las ve lejanas desde la tierra.
Dichoso es el pensamiento confundido en llantos.
Hoy el silencio me delata
porque se ha hecho presente mi palabra;
hoy me falta la sonrisa
porque la he empeñado en cada lágrima.
porque la he empeñado en cada lágrima.
¡Aún no puedo saber por qué sé
de tantas cosas que se callan las estrellas!
¡Y ya he visto pasar un tren lleno de ellas!
Elisa
Miér Ene 26, 2011 3:12 am
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