No estoy del todo vencida
ni tampoco doblegada,
aunque sé de la estacada
y me sujeta la vida.
Yo también voy redimida
por la rosa de mi aliento,
me lo recuerda sediento
un corazón de quimera,
la madre que me trajera
a este mundo virulento.
Donde mi vida palpita.
ya me conozco segura;
mas en mi cielo hay lisura
y sentimiento me cita.
Y sé que nunca merita
si te faltan los honores,
intercambiando favores
por esta sorda existencia;
pues quien gana su indulgencia
duplica el bien sin temores.
El menosprecio se nota
en el tráfago constante,
del que sabe ser garante
pero tabién un pelota...
Aunque se pague la cuota
por ser fiel a quien se quiere,
nos cantan el miserere
porque callas por si acaso,
por eso mides el paso
por si alguno te perdiere.
alattkeva
Décimas impecables y en tu estilo indiscutible Elisa.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.