No sé nada de nada
y sin embargo pienso,
sentir la vida, amada,
con su sabor intenso.
Su sal de la memoria
en su vivir de aliento,
marcando cada historia,
en todo pensamiento.
Me llegan los rumores
narrando mil leyendas
y vuelan mariposas,
delirios me encadenan.
Y son lluvias antiguas
de sed en una súplica,
distante por azules
y en lunas se alambican.
Quizás sienta aromas
del humo del incienso,
la voz de la palabra,
su música y un cuento.
La luz de los silencio
el marco de una cara,
el sueño de los ángeles...
mi tiempo que te aguarda.
Vestida voy de nadas,
soy lago de caricias,
el sueño que te besa
del alma en tus pupilas.
Mañanas, son mañanas
de espigas por los campos,
creciendo entre las malvas
los sueños por mis manos.
Preciosos versos que nos dejas en la noche Elisa.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz miércoles querida amiga.