Una sabe del bosque con sus hojas,de la flor del almendro por eneroy del tiempo de milpa y hormiguero,soportando las plagas en panojas.Me conocen lejanos horizontes,el rumor del arroyo por las fuentes;no me ignoran los cielos abstinentesen vuelo de las aves por los montes.Y me quieren los círculos del aguatintineo de su lluvia con fortunaun croar en los reflejos de la luna,y otro cielo fundido por la fragua.
Pero debo quererme en esa hondura
en del pozo del alma que me espera;
devolviendo a la vida primaveras
y saber que no acaba la ternura.
Necesito insistir, más veces, Vida,
al amor abrevando por mis sueños;
el que arrulla a una rana con empeños
y el que duele latiendo a la partida.
Es que esa insistencia es fruto de la inquietud del alma y de la vida misma.
ResponderEliminarUn abrazo y Feliz Domingo.