Me pregunto ante los olivares si alguien halló el olivo donde Lorca grabó algunos versos y la vides donde Juan Ramón Jiménez hablara de ellas en su poesía, también lo hizo Don Manuel Machado. Y esa flor de la tristeza de la que habló Miguel Hernández... ¡Ah, por él sé que la tristeza florece!
Buscar verdades dichas y hasta hurgar en la inconstancia del amor y la duda, ante el temor de perderlo todo.
Ver dentro de la naturaleza de las cosas creadas, pensadas, amadas y tantas veces repetidas a través de los siglos, pero creerse que son nuevas y que todavía se encuentren seres vacíos que se llenan de lo ya dicho, sorprende.
Buscas no perder el camino de vuelta porque ya sabes el de ida. Buscas la luna en plenilunios... y los párpados abiertos a la nueva vida y en ellos un sueño, unas manos tendidas, la luz de un jardín y el aroma de las violetas en primavera y, ese beso que nos sabe a poco.
¡Ah, un sólo instante, uno tan sólo, sublime, que me diluya para siempre en la distancia, distanciada de este purgatorio lleno de veleidades y estupideces ajenas que no nos llenan a todos, más que a los ratos insulsos!
¡Ah, todavía quiero ese instante!
(alattkeva)
Un abrazo y feliz semana.
ResponderEliminarGracias. Sólo me buscaba y como ves, siempre te encuentras y te dices algo más cuando ya el tiempo te aguarda impaciente y no sabes cómo disculparte.
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