Quien nos piensa,
ya nos sabe;
quien recuerda,
nos conoce;
quien se calla,
lo deduce;
quien no olvida,
reconoce.
Es su aroma
y se respira...
¡Y si pasa
siente un roce!
Es el alma
cuando vuelve
de quien ama,
besa y siente.
Aquí reúno mis pensamientos con alas. Una visión de mi yo y como veo la vida alrededor de mi ser, llenándola de mi creatividad, recuerdos e inquietudes. Es un espacio físico para mi espiritualidad. Un lugar de 'remojo' para una inquieta "ranita azul" (mi mote), entre la maraña del bosque de mis ideas y la charca mental, donde permanece lo que refleja la luna en las charca. ¡Gracias familiares, amigos, conocidos y no conocidos por su visita!
Hay cadencia y armonía en estos versos.
ResponderEliminarUn abrazo.