Alturas fiesteras
En mi clara fuente
se divisa un cielo,
se permite un sueño
se permite amor,
se permite un vuelo
que sólo es de dos.
Al sol se abanica
con nubes de invierno
una luna bella,
sin dejar su empeño;
de quien se enamora
es inofensivo,
redondo como ella
lo más de querido.
Su bata de cola
reluce de estrellas;
de negro azabache
y en noche la lleva.
Resuenan tambores
resuena la fiesta,
allí por los altos
ninguno protesta.
Si la luna quiere,
si la luna besa,
si ella se ilumina
de quien la corteja.
El mar se enarbola
y bate sus olas,
entre sus vaivenes
también se acalora.
Resuenan, resuenan
tambores rumberos,
maracas fiesteras
con negros luceros.
El furor se nota
calientan al son,
el aire se agota...
¡Derrite el amor!
Los perros no ladran
a la luminaria;
a nadie le importa
cualquier represalia.
Sólo el diablo acosa
retumbando el suelo
y le da al bongó
encendiendo el fuego.
La luna palpita
brillan chirivitas;
los dos ya se juntan…
…Se oyen sus risitas!
Ranit@zul-09
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