Si alguna vez por este cuerpo mío
resurge nueva el alma aprisionada,
se hará milagro si se siente en otro
agitando en llanto su materia helada.
Debes saber que quise perpetuarme
como el ave saliendo de su hoguera;
acudiendo a posarse allí en tu pecho
el Fénix del amor que te quisiera.
Quiero volver a orillas de mis juncos,
sentir cómo es el alma de una rosa;
navegando mis dedos tus cabellos
y saberme morada luminosa.
¡Y déjame soñar tan levemente
como si fuese pluma en el vacío,
déjame amor sentir de aquéllos besos
que dejasen mis labios en tu estío..
Elisa en: "Don Anselmo"
1/21/10
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