Yo me lleno con nada
porque soy del poema,
elíxir de los versos
en la copa que llenas.
La del beso tranquilo
con pasión por la nuca;
la locura vigía
del amor que no trunca.
Y besando tus labios
cuando alumbran pupilas,
soy sabor en presagios
en dintel de caricias.
Cuando pienso en tu ojera
lo admisible que late,
una lágrima asoma...
Estremezco y tú ardes.
Voy viviendo un hechizo
sensación inasible,
soliloquio de ángeles
con sollozo visible.
De ternuras mis manos
y caricias vacías,
sigo siendo traviesa
¡Y mis años vigilan!
Este cosmos de anhelos
en lo vacuo de un canto;
es de sed que no sacia
aunque colme con llanto.
Despeinando cabellos
pasa el viento ululando
y en absortos desvelos
¡Tú me bebes del canto!
Yo sé bien del misterio,
intangible espejismo;
y también de las almas
en su linde de abismos.
¡Pero sé de ternuras
que nos rondan la vida,
y nos roban el alma
manteniendo cautiva!
Elisa en: "Don Anselmo"
Feb/10
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