Navegante transigente

No sé si tendré tiempo y llegue a despedida
cuando crea oír que termina mi minuto;
¡porque, pasa Señor, tan rápido la vida
y no quiero marchar sin darle mi tributo!


Me alegraré rindiendo a tiempo en mi salida,
haciendo tu recuento, desgloses mi absoluto;
y, en el límite del silencio y tu medida
impondrás amor con tu ley, que no discuto.


Y no me atrevo a rechazar la injusta oferta:
Mi final que intuye la vida en quien dirime;
con todo lo que el alma trajo y ya se lleva.


Porque, si para serte fiel cierro compuerta
y tú, esclusas a mi barca y mar que gime;
fenece corazón que empuja y que la eleva. 




¡Pues que navegue a tiempo y con la quilla herida
peleando por amor, transijo en tormentas;
firme el timón, rómpelo sí, a mi partida. 




Elisa en: "Don Anselmo"
3/2010
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