Amigos, familia y conocidos

jueves, 2 de septiembre de 2010

"Don Anselmo" ¿Quién es este personaje en la vida de Elisa?

* Enlaces al personaje al que le doy mi inspiración o él a mí: "Don Anselmo" 
Casi todos los nombres marcados, llevan enlaces de mis poemas y de lugares donde los dejo. 
Algunas palabras significativas en ellos también, porque me han invitado a hacer otros; ejemplo: 'luna', 'alma'...sólo es buscar por el escrito y cliquear en ellos, si queréis leer esos poemas.




*"Don Anselmo"


Siempre ha sido un compañero en la niñez de quien les cuenta y escribe. El hacía de padre, amigo, hermano... Hasta le utilizo de 'amante platónico imaginado' ahora que soy mayor, aplicando la inspiración que me sugiere, es como un santo, aunque tengo el propio: San Francisco de Asís (añadido a los dos primeros nombres que llevo), por la gran devoción que le tenía mi madre y al que me encomendó por cuestiones de salud, pensaba que no viviría.  A "Don Anselmo" también le miro desde la perspectiva de cómo piensa un varón, como si él de alguna forma tomase vida y me dedicase sus poemas, así que "pongo toda la carne en el asador", cuando escribe para 'su luna'... Opino que se encarga de enriquecer mis estados de 'elevación poética' aunque a veces pienso que me engaña (Jajajaja!), así que coloco su nombre a mi lado para que no se me escape, aunque se trate de un personaje "de ficción",  a mí me ha dado muchas inspiraciones, él me ilumina, sabe, conoce y aconseja; es como un ángel protector o algo espiritual que acomodé a mi mundo de aficionada escribiente. (Aunque no sé hasta qué punto la ficción tiene sus consecuencias... y el punto donde ella termina. 

Sé que 'mi Viejales' querido, ha tenido sus problemas por algún foro literario de discusión permitida, por ser "un caballero defensor de los buenos modales", pero le llamaron oportunista...(!). No le tragaron por ceremonioso en algunos casos y en otros por ser buenazo y deja que se pasen, eso sí  él pasa de los nicks y quienes están detrás para la polémica, incluso de malos entendidos. La maldad pensada para dañar, no es su fuerte, salvo que se equivoque y por temor a enfrentarse al sentimiento, para que lo olviden, pero desgraciadamente éste simpático personaje tiene muy buena memoria y es un empedernido sufridor, porque sólo así en su dolor de ser nada en la vida literaria se consuela con estar enamorado de su luna. A veces creo que él debe escribirle a su amada luna cuando no sé qué piensa o le pasa, ¡pues está sólo con su alma


 "Don Anselmo" nunca tuvo nick oficial en Internet, porque no lo necesitaba; porque cuando se dio a conocer en varios foros literarios y no exigían un registro obligatorio. También hay que recordar que este nombre lo lleva un personaje importante en la literatura del escritor español: Benito Pérez Galdoz, del que también se ha escrito sobre el por el estilo descriptivo del autor, aunque fuese uno de sus primeras obras escritas: "La sombra" "
También está: San Anselmo Aosta, monje benedictino, Arzobispo y filósofo,  con el que realmente me quedo por la espiritualidad que ofrece su cercanía con respecto a mi personaje. Su estilo de vida y pensamiento.

Hay quien lo ha utilizado en alguna historia particular, cuento o relato y conoce a un personaje que así se hace llamar y cuenta del mismo, pero ninguno de estos 'Anselmos' tienen que ver con el mío, aunque me quedaría con el único del santoral cristiano que es el más parecido; aunque  en aquél tiempo de mi niñez ignoraba que existiera un santo con ese nombre y fuese tan importante que le daba a mi visión de la infancia. Tampoco mi madre me habló de un santo que llevase este nombre

A el le adjudiqué su propia historia. Así que resulta que 'mi Anselmo' es un profesor de filosofía jubilado, que al fallecer su esposa decidió volver a su Norte querido de España, para recordar allí su niñez al lado de su padre que había sido marinero. De el aprendió todo lo que sabía sobre la mar y pescar. Salía con su padre desde que tuvo uso de razón y luego de joven. Era la única a forma de ganarse algo y comer. . 


Mi personaje planeo antes de su jubilación pasar el resto de su vida, en la vieja barca de su padre fondeada en una ría. Después de hacerle muchas mejoras y pedir permiso para que no se la retiraran de donde había quedado anclada por un temporal, en el que murió su padre cuando se acercaba al puerto. Era un lugar turístico y la barca allí al lado del mar atracada, le servía de hogar, así que los turistas iban a tomar fotografías. 


'Mi Don Anselmo', en las noches de luna llena sale a pescar en una pequeña embarcación que  esta siempre atada a su barca. Se  baña desnudo en el mar, se sienta sobre la arena de la playa, ya vacía de paseantes y allí permanece por mucho rato quedándose en contemplación, hasta que ella asoma.... Su hermosa y amada luna, haciéndose visible en el firmamento. Le ha dado cualidades de mujer, la que soñó tener a su lado para siempre, aunque es viudo y tiene un hijo y dos nietos, que de vez en cuando le visitan; el hijo le regaló el ordenador personal y le enseñó su manejo para estar en contacto con su padre, cuando supo que podía conectarse en el restaurante que tiene a un Km de camino de la barca, aunque tiene un generador eléctrico, así podría la familia mantenerse en contacto y saber más a menudo del padre y abuelo, empecinado en no querer estar con ellos en un apartamento en el pueblo y con mejores comodidades. Es un ser de luz muy especial para mí. Un filósofo.

Hay en el pensamiento del personaje de Galdoz, en "La sombra" un don Anselmo que tiene unas ideas muy especiales, cuando lo leí me sorprendieron bastante por cómo opina de ciertos fenómenos místicos. Y en este otro 'ANSELMOy santo, cultivador de su interior a través de la "lectio divina" como motivación de su saber,  necesidad para estar en paz consigo mismo y el mundo que le rodea, pues es en su conjunto la vida de este santo lo que más acerca a mi ideal personal y espiritual en mi personaje, su capacidad para saber darse respuestas cuando al observar la Vida, sabe leer a Dios. Sin él creo que estoy perdida cuando me enfrento al mundo. El y la ranita, uno de mis motes, como al que le di mi corazón  desbocado..., "El Ruiseñor", por mis taquicardias  esporádicas, a las que llamo "vuelos de ruiseñor" o "el tambor de mis silencios". Dos poemas que ya os dejaré por algunas charca de ranas.


Os cuento algo más sobre 'mi Alsemo':

Sí, "Don Anselmo" existe en mi interior y en mis recuerdos, es algo mágico, aunque sea un ser inmaterial, fue una real visión en el jardín de mi infancia, la que he trasladado a mis inquietudes con las letras, y que siendo una niña lo acomodaba a mi día día, como lo fue *Silky, quizá para algunos fuese parte de mi fantasía, supliendo en cierta forma la soledad de una niña, cuando sus hermanos mayores no estaban para jugar u otros niños y cuando su padre no podía estar allí con ella... Cuando interpretaba a ese Dios que se me enseñaba como un hombre sabio y mayor, "al que se le puede pedir todo lo que un ser humano necesita para ser feliz, si no es del mundo, y sí de lo que necesita el corazón para sentirse contento y seguro", me decía mi madre, cuando quiso darme una respuesta apropiada cobre "el señor del jardín que me acompaña" u otros personajes que casi eran tangibles para mi inocencia, segura de que  todo lo que veía lo presenciaban los demás, pudiéndolo ver lo mismo que yo. No, no era así y eso me inquietaba explicarlo cuando lo supe, pero nunca me prohibieron ir al jardín y "hablar con mis personajes", ¡cómo decir y aseverar lo que no veían!...Encima, él mismo, "Don Anselmo" me había dado su nombre cuando se lo pregunté y por respeto le puse 'el Don' con mayúscula por delante, porque le trataba de Ud., cuando le vi por primera vez y se acercó por el camino que llevaba a la charcas de las ranas. Allí donde me entretenía jugando con ellas. 

Entonces, ensimismada, recorría el jardín de forma taciturna, pues era según mi madre "una niña triste, como si algo siempre me faltara, teniendo tantos cuidados y amor". Aún sigo con este problema, algo siempre me falta y  no es de este mundo físico, creo que llegué a destiempo en esa loca carrera en la que se llega a la vida... Pero yo sé bien que no todos los recuerdos de un niño se pueden olvidar. Los míos entre otros que no lo eran tanto, al menos eran hermosos y por lo tanto a mi madre y mi abuela, le encantaban mis pequeños retales de recuerdos y 'cosían ideas' algunas tardes con ellos. Para ellas era parte de una riqueza inexplorada, que desconocían y les gustaba que les contase cosas de 'mi vida pasada', una vez me dijo un familiar "que todo eso me lo inventaba para llamar la atención", cuando ya llamaba la atención por cómo era, sin enterarme por qué me pasaba a mí.  Me río recordando aquello y siento haberle dado tantas preocupaciones a mi madre, aunque mis hermanos también las se las dieran de otro tipo con sus travesuras. "¡No éramos nosotros los visionarios debió ser la casa que era mágica!"- Eso contaban, incluso 'mi maga', mi abuela! 
Pero os digo que a veces debo callarme para no seguir dando problemas a otros ¡Jajajaja!. 
No necesitaba dar problemas porque era mi mundo y me enfurruñaba escondiéndome en los árboles altos, allí subida me encontraba en la misma gloria, con mi cauchera y los bolsillos llenos de piedras; sólo bajaba cuando  me pedían perdón. Mi madre y abuela estaban convencidas que nunca deberían prohibirme estas cosas, "pero sí moderar de algún modo lo que contaba o evitarlo, no contándolos a cualquiera, no ves que te toman por fantasiosa o mentirosa." ¡Y qué, lo que sea parece, pero os aseguro que no me ofrecen una bolsa de oro!
.

Inquieta por lo que sabía que no debía aseverar a otros, y preocupada por si no los hallaba... "Ahora, hija, le ves porque es una necesidad de tu mente, necesitas de su presencia, porque él es como un espíritu bueno que te consuela cuando no está tu papá, hija; puede desaparecer en cualquier momento y debes saberlo porque no quiero que estés tristes, las personas como las visiones van y vienen, necesitan hacer sus cosas y, a veces nos regalan sus momentos cuando estamos tristes..." Esto me decía mi madre y me puse a llorar pensando que pudiese ser verdad... ¡Cómo podrían desaparecer de repente y dejarme, si significaban más que mis muñecas, porque ellos eran parte de los montes, de la selva, las ranas, el río y de todo lo que llenaba aquel lugar mágico de mi mundo de la infancia y parte de mi adolescencia!

A veces notaba que me seguían, que al mirar se movían los matojos de plantas altas por donde pasaba y, sin temor ninguno les llamaba preguntando si estaban allí. Era como un juego que preocupaba a los míos, pero era un serio juego  en el que disfrutaba mi corazón de niña. Ellos me contaban cosas del monte y de la vida, lo poco que una niña  en sus 'por qué' intenta saber y comprender.  Mi abuela de vez en cuando me vigilaba, algunas veces  escondida. Una vez me dijo ya siendo una jovencita, que  ella me había escuchado conversar de forma natural y quiso curiosear; que de vez en cuando miraba hacia el lado donde aparentemente podría haber alguien acompañándome, que solamente de día y a pleno sol se había sentido cautivada "por la señora"; me diría: "...pues era como una imagen del medievo por los ropajes que utilizaba, además de ser de modales distinguidos, pero desapareció enseguida cuando te percataste de mi presencia, era algo como suspendido en el aire que parecía temblar y deshacerse y rehacerse de continuo, no era una imagen totalmente fija y segura a la mirada, parecía depender de ti porque cuando te diste cuenta, desapareció"...  Cuando ella me lo dijo  al cabo del tiempo, porque nunca me prohibían que fuese al jardín a hablar o jugar 'con mis amigos', me sentí aliviada con mis recuerdos y visiones. El tiempo ha pasado y, aunque aún siguen dándose en determinadas circunstancias de mi realidad, ya no me preocupa lo que puedan pensar los demás, procuro no contar y así  observar para qué es todo eso cuando pasa; porque lo que nos pasa es intransferible, algo empírico y por lo tanto personal. Así que mientras no pierda 'la chaveta' que era la preocupación que tenían los míos aunque ya habían  antecedentes por línea materna de lo mismo, no es malo a la salud  y sí positivo a la riqueza interior que se añaden al contenido personal. Están ahí y yo no puedo negar que no fueron así, ni tampoco cambia mi estado físico sabiendo que sigo en el mundo y soy y sigo siendo la que soy. Le busqué  respuestas y le di mil vueltas a todo ello durante un periodo largo anterior a mis veinte años y luego más adelante.  Creo que  hallé alguna respuesta  inteligente, pero también en ello colaboró un médico judío amigo de mi padre, ... "que pudo  descartar cualquier problema asociado a mi salud mental". La vida siguió sin obsesiones y asumiendo una parte  posiblemente mágica que  de laguna forma me sirve de complemento espiritual, pero también de reflexión respecto a más cosas que son inherentes a la forma de ser, pensar y proceder en el comportamiento humano y, por otro lado ejerces sus  beneficios positivos siempre y cuando  razonemos con una base científica y conocida lo que este mundo ofrece a lo que anima a la materia, que en muchos casos no es ajeno a otro mundo paralelo que está dentro y fuera de nosotros mismos, para llenar vacíos espirituales o colaborar en nuestras carencias anímicas, dándonos tranquilidad y un bienestar ajeno al que se conoce con las satisfacciones conocidas, porque hay una
elevación de espíritu diferente; sólo es necesario chascar los dedos y allí está si tenemos fe; pero soñar también se hace en compañía para que sea efectivo y bien motivado el proyecto. 


Enlace: *Silky: 
Yo fui la primera  sorprendida cuando empecé a usar Internet hace unos veinte años atrás, en una convocatoria de cursos gratuitos de "Iniciación a la informática para principiantes". Animada por uno de mis hijos que empezaba a hacer Informática. 

No siempre los 'duendes conocidos' se muestran en los lugares  indicados según cuentan. Puedo aseverar que de niña sabía su nombre y nadie me lo había dicho porque él mismo se lo dijo a mi abuela y ella, me preguntó cómo lo sabía.  Así que "Silky", por alguna razón formó parte de nuestra realidad en la casa solariega, donde residía con mi madre, abuelos y mis hermanos, allá en América del Sur durante mi infancia. Es posible y no me extraña ni decirlo de esta manera tan natural, que alguno de mis antepasados maternos cargaron  con el en su equipaje y lo llevaron desde Europa. No me hagan caso es sólo parte de la vida, una experiencia más, cosas de una "ranita azul"... Azul.

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