Esta mujer al fin,
fue niña, joven, madre;
ahora soy una anciana.
Una más entre tantas
convertida en abuela
para mucho alegrarme.
por mujer y por ella...
Cuando marcha la tarde
bajo un cielo de estrellas,
nunca faltan las alas.
Mariposa en la flor,
o la muestra en la página,
algún pétalo seco
y un recuerdo del alma.
Espiral de esperanza,
firmamento de azules,
desnudez en las sombras
y al ocaso, adorada.
Una simple mujer
recogiendo su vida,
mientras vuelve callada.
A. Elisa Lattke V.
3/8/11
3/8/11
que hermoso retrato te has plasmado!!
ResponderEliminarnos caben tantas mujeres dentro y a cada una le corresponde su propia voz y camino
besitos
Por eso cabe sólo decir: ¡Soy Mujer! Incluso podemos permitirnos decir: Soy la Vida.
ResponderEliminarUn abrazo amiga. Te quiere 'la ranita'. Gracias, tocaya.