Las dudas de las tardes

Mientras la tarde avanza
se presenta la duda
en los azules que invitan al reproche,
por un tatuaje en la piel de algún silencio.
Y los pasajeros de su ayer, cargados de preguntas.

Mientras la tarde avanza... se repite el eco
en el trópico visual donde se ausenta
el peso que llevan las palabras;
con las mismas virtudes que nos atan
y, cuando se va de viajero del invierno,
aún el bosque del amor arde y compromete,
entonces, enmudece el espacio en conjeturas
dejándose llevar de cualquier sueño.

Es que se juntan los interrogantes
en el crisol iluminado de su gracia
y, ella busca ser exploradora del destino.

Pero la tarde avanza, tiene sus dudas
... Se encamina a su fragua de siempre,
donde el yunque sin parar martillea
modelando el hierro ígneo, rendido al vasallaje.
Desde el crisol de la Vida salpican pensamientos
y son millones de partículas que queman.

¡Ah, Señor, porque las dudas nos pisan los talones!

Elisa