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jueves, 17 de noviembre de 2011

... Al alba (Prosa)



 Me basta ser violeta perfumada...


 Yo, como todo ser viviente, al alba me levanto
y miro el paisaje interior de lo que me espera.
No me asusta el devenir de lo que desconozco
pero trago entero ante lo que pueda sorprenderme;
porque la vida de cada cual es lo que es 
y lo que pueda ser, llega sin que lo puedas evitar.
El milagro está en la entereza espiritual de cada uno.

La vida  propia me  aconseja a mis años,
y la ajena me marca pautas de conducta que silencio.
"Lo que sea será sin que se tuerza".

Yo, como todo ser viviente me gusta que me halaguen
pero reconozco que en mi nimiedad
puedo convertirme en uno despreciable y ambicioso,
pues si no soy consciente de mis deberes y,  exijo derechos...
¡Me puedo quedar a dos velas por imbécil!

Cuando eres sombra de la nada
no tienes por qué encaramarte a la palabra
para hacer del verbo un cortejo de tristezas.
Por eso al alba si no sale el sol a mi gusto, lo dibujo;
pero si el amor se desgasta y no lo veo tal como lo deseo,
suspiro ante los espejos sonriéndoles. 

¡Yo, como todo ser viviente, aún puedo amar,
irradiar vida y se avaporan lágrimas!
Pero no pido dádivas y sí que me quieran,
... eso sí, al alba, como a las violetas de campo sin pisarlas.


A. Elisa Lattke V

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