Si el tiempo y la distancia nos separa
y la vida se anuda entre las cosas,
deja, amor, que florezcan doce rosas
y verás que su aroma nos repara.
Recuerda los abrazos que nos dimos
los besos alentando la palabra,
si hay nostalgia en el verso que se labra
ya se tienen los sueños que tejimos.
Sólo ha cambiado el ritmo de la vida
mas siguen palpitando en su infinito,
dos almas guardando dulce rito
en la hogaza del verbo que no olvida...
Elisa
(Para: *Dádivas en palabras de amor*)
Qué hermosa música y delicioso poema... Muy muy romántico Ranita. Un abrazo.
ResponderEliminarLa música se ampara y se desliza en las palabras, se unen, copulan bajo las estrellas que ruborizadas destellan notas de Beethoven...Y si, el amor no sabe de tiempos ni distancias, galopa en el tiempo abrazando el concepto de la eternidad.
ResponderEliminarUn besito para mi sabia ranita.
El amor no sabe de tiempo ni distancia y Beethoven compañia para tus letras. un abrazo
ResponderEliminarQué delicia Elisa, me ha gustado muchísimooooo.
ResponderEliminarUn placer venir a visitarte.
Un abrazo cariñoso.
¡Preciosísimo! no sabría definirlo de otra forma.
ResponderEliminarBesos, muy buen fin de semana, querida amiga...
Bellisimo poema que trae todo un otoño contenido en sus universo.En el principio del universo. Desde Jaén un saludo y feliz día
ResponderEliminarElisa querida ranita, el tiempo sigue proporcionandonos notas para nuestra melodía, está en nosotros ejecutarla, compartirla y sobre todo disfrutarla
ResponderEliminarANIMOS!!!!!
Hermoso poema, no olvidar es una decición personal en la mayoría de las personas, que esa hogaza dure por muchos años más
besitos de luz