Mientras sea...
Escribiré poemas,
un desfile de versos
con su coro de estrellas;
y seré siempre entrega
entre copos de lágrimas
de un invierno sombrío
encendiendo una hoguera,
relamiendo los verbos
conjugándolos dentro.
Mientras sea...
De la vida en las otras,
tú serás mi momento
como fragua encendida
modelada en la plata
coduciéndome a solas.
por las nubes de nácar.
En la húmeda estrofa
colmaré todo gozo,
mediré tus silencios
tan lejanos y esquivos;
y estarán asombrados
en festones de rayos
y esos otros de lluvia
de recuerdos conmigo.
Ilusiones e instantes
por mis charcas de lunas
regalando unos versos
a los mayos floridos.
Yo seré de paciencias
con mi bol en la mano
esperando algún óbolo
que me alegre el destino,
con los aires traviesos
deteniendo la brisa,
noble canto de un ave
en la rama de olivo;
su gorjeo y sus hambres
esperando en el nido.
Mientras sea...
Este orgullo de amar,
te define en el tiempo
y el silbido en el bosque
con mis aires de aliento.
Elisa en: "Don Anselmo"
Escribiré poemas,
un desfile de versos
con su coro de estrellas;
y seré siempre entrega
entre copos de lágrimas
de un invierno sombrío
encendiendo una hoguera,
relamiendo los verbos
conjugándolos dentro.
Mientras sea...
De la vida en las otras,
tú serás mi momento
como fragua encendida
modelada en la plata
coduciéndome a solas.
por las nubes de nácar.
En la húmeda estrofa
colmaré todo gozo,
mediré tus silencios
tan lejanos y esquivos;
y estarán asombrados
en festones de rayos
y esos otros de lluvia
de recuerdos conmigo.
Ilusiones e instantes
por mis charcas de lunas
regalando unos versos
a los mayos floridos.
Yo seré de paciencias
con mi bol en la mano
esperando algún óbolo
que me alegre el destino,
con los aires traviesos
deteniendo la brisa,
noble canto de un ave
en la rama de olivo;
su gorjeo y sus hambres
esperando en el nido.
Mientras sea...
Este orgullo de amar,
te define en el tiempo
y el silbido en el bosque
con mis aires de aliento.
Elisa en: "Don Anselmo"
Lindo poema con un ritmo constante. Es un placer detenerse en tus versos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Rafael