Una vez y otra más
la espera nos confunde
agazapados entre los hombros.
Allí tiembla el esqueleto ante lo inevitable.
Sabemos que el peligro está dentro
y que todo lo que hagamos es inútil;
incluso si nos preocupamos y hay calma,
tendremos que abandonar la casa...
Por una vez más todo llega y pasa
descubriéndonos dentro,
tanto la vida como la muerte
y ambas cosas,
tienen la edad de la duda.
La casa del alma es sólo un préstamo temporal,
muy acogedora y placentera por cierto...
Pero no hay que acomodarse
y acostumbrarse tanto si eclosionan los huevos;
aunque sea la ternura la que empujó nuestros pasos;
¡Ella nos puede sorprender cualquier día como 'okupas'
o nos llega la orden con el desahucio!
La casa del alma es sólo un nido más para sus aves.
Elisa
la espera nos confunde
agazapados entre los hombros.
Allí tiembla el esqueleto ante lo inevitable.
Sabemos que el peligro está dentro
y que todo lo que hagamos es inútil;
incluso si nos preocupamos y hay calma,
tendremos que abandonar la casa...
Por una vez más todo llega y pasa
descubriéndonos dentro,
tanto la vida como la muerte
y ambas cosas,
tienen la edad de la duda.
La casa del alma es sólo un préstamo temporal,
muy acogedora y placentera por cierto...
Pero no hay que acomodarse
y acostumbrarse tanto si eclosionan los huevos;
aunque sea la ternura la que empujó nuestros pasos;
¡Ella nos puede sorprender cualquier día como 'okupas'
o nos llega la orden con el desahucio!
La casa del alma es sólo un nido más para sus aves.
Elisa
La casa del alma es un refugio amiga mía, y todos tememos dejar su agradable leño y calor -es que en el fondo todos tememos a la muerte-.
ResponderEliminarBesitos Ranita.