No pasaré del viento que me exige
doblegar a mi polvo que se eleva,
orgulloso de ser de noble gleba
aunque me llore el ojo que se aflige.
Ni pasaré del paso que dirige
la libertad del hombre al que se prueba,
acercando a su lobo donde abreva
mi cordero que sabe quien lo rige.
No me alineo a iluso que no piensa
demostrando ser bruto y majadero
y me quiere que trague su bazofia.
Es muy alta mi estima y me dispensa
albarizo terreno gavillero,
donde el bieldo me sabe con mi cofia.
Si su mente se atrofia
sin saber de la trilla del que aventa,
debe ser que con paja se sustenta.
alattkeva
Hola Ranita: Me es grato volver y leer La Paja en el ojo... Es cierto que de vez en cuando, es menester ser reflexivos y posicionar la razón en el camino de la honradez.
ResponderEliminarUn besiño