En su estancia...

Este es el gran calvario
de quien vive su préstamo...
De quien deja su estancia abierta a otra luz.

Así que, cómo se hace para que el llanto recién nacido
no se aproveche de la lactancia de nuestros pensamientos,
consiguiendo ser huésped de nuestras percepciones,
neonato parido con dolor cuando nos consume.
Hay una eterna nausea expidiendo ideas,
palabras en avalancha, magma interior de naufragios eternos
con sus desahogos oficiosos y necesarios.
Culmen singular de un despertar volcánico,
hecho de palabras fundidas en otras antiguas que ya conocíamos.
¡Y es que no podemos explicar las cosas tal como son!
Pero entendemos que estamos en la misma honda de esa corriente,
que ella nos lleva de alguna forma y también transforma.
¡Si no podemos descifrar a Dios jamás podremos hablar de Él!
Dios es la fuente, el origen, lo primero, nosotros mismos.
Llevamos una interiorización muy profunda
para saber diferenciar lo humano de lo divino
y siendo como somos sabemos perfectamente del poder creador
tanto como de nuestro conocimiento por ser de su albergue.
tal si llevásemos un eterno libro de bolsillo.
Se aprende en los cuerpos y se aprende de mi cuerpo en el tuyo...
Como la nube aprende a recoger el agua de la lluvia
o el sol a cubrirnos de su cálido reflejo en el invierno;
el es luz, calor e influjo y así se manifiesta
como centro de nuestro sistema planetario,
igual debería ser Dios para todos los hombres por ser Él, Tú...
Ayer dormía serenamente mi tiempo de espera,
y era sustancia espiritual en su estancia como en este hoy;
conjugaba un verbo y supe que estabas y eras de la vida;
hoy sé que siendo del átomo,
giramos alrededor de una misma órbita de Amor...
¡En el mismo sistema planetario!



Elisa

יולי-2012