Anhelos (2)

Veré trigales ante mis ojos,
todos los sueños de las estrellas
bruñidos soles por los ocasos,
y por los montes bellas violetas.

En los bolsillos una esperanza,
por primavera las mariposas;
en las costumbres un pensamiento
en leves vuelos entre las ondas.

Alguna lágrima bien escondida
temiendo un llanto con su gemido,
los tristes ojos de cada tarde
vistiendo sombras como en un rito.

La sed fascina si ves la fuente
poniendo siempre labios de fruta;
con los bocados de los recuerdos
que se adivinan en toda runa.

Itinerarios de cada Gólgota
que sólo sientes en cada pulso;
torpe ceguera la de la arcilla
que enamorada se vuelve nudo.

A. Elisa L. V