No es bueno ser rosa abandonada
al fragor del mar y su tormenta,
revuelta entre las arenas de la mente
desiderata de los sueños de la luna,
despojada de murmullos de caricias
para morir solitaria entre la espuma.
Hoy es una rosa desolada.
Sé lo que pasa en los vacíos,
sé qué nos duele de esta tierra;
porque somos mansedumbre en este suelo
sin temor al tiempo que lo encierra.
Hoy es una rosa desolada.
Sé lo que pasa en los vacíos,
sé qué nos duele de esta tierra;
porque somos mansedumbre en este suelo
sin temor al tiempo que lo encierra.
Sembramos un vergel de pensamientos,
un delirio ilusionado en una senda
y, apostamos por toda permanencia.
Mas todo ha sido inútil si haces versos
y los echas al mar como mensajes,
barquitos de papel que nadie alienta.
Mas todo ha sido inútil si haces versos
y los echas al mar como mensajes,
barquitos de papel que nadie alienta.
Algunos dilemas permanecen,
osan escalar los pilares con silencios,
esos que sostienen enterezas
y se abrazan a la fe y un para siempre.
esos que sostienen enterezas
y se abrazan a la fe y un para siempre.
El color ambarino en las miradas
tendría que darme las respuestas.
tendría que darme las respuestas.
Mas ahora somos de la tormenta de los mares
deshoje esparcido de unos pétalos,
una espera al ocaso sin la suerte
de sentir cómo vuelan las gaviotas
con las barcas perdiéndose al ocaso.
Abandono esta brecha de pensamientos,
me arrumo en mí,
para sentir lo que queda bajo el cielo.
con las barcas perdiéndose al ocaso.
Abandono esta brecha de pensamientos,
me arrumo en mí,
para sentir lo que queda bajo el cielo.
Elisa
Hermoso poema del abandono, me ha encantado y me ha hecho sentir esa nostalgia, ese arrullo de mar frente a la solitaria rosa...
ResponderEliminarGracias por visitar mi blog, por leerme. Agradezco de veras tu comentario. Te mando un abrazo y mi cariño. Es un placer leerte.
No, Elisa, no es bueno "ser rosa abandonada"...
ResponderEliminarY eso es lo malo del poeta.
Un abrazo y feliz comienzo de semana.