Foto: alattkeva
No, aún no bajo la guardia,
lo elemental se desborda
prefiero hacerme la sorda
no me dé la taquicardia.
Veo mi alma en retaguardia,
mi cielo escancia sus gotas
y conservando las botas
su guerra al diablo mantiene;
porque a mi cuerpo sostiene
recuperando alas rotas.
Elíxir deja en mis poros,
su reflejo en mis sentidos
notándolo en mis latidos
al oír sus nobles coros.
Divina paz que atesoro
dando dicha a mi existir,
y su indescriptible fluir
a mi espíritu da goce,
el alma lo reconoce
y consuela mi vivir!
La plenitud se aminora
en placer del infinito,
derramando lo que en sito
se pacta con el que mora...
Allí donde se atesora
su reflejo en ardentía
y sabe de astronomía
dejando una huella cierta,
a toda vida despierta
caminando con porfía.
A. Elisa Lattke V.
Continúa adelante Elisa. Tu paz, nadie ni nada la puede quebrar. Deja que ladren los espíritus oscuros y necios, porque tu alma es demasiado luz para su mediocridad.
ResponderEliminarHe leído tu respuesta en el muro de nuestra amiga Ross, y me provocó rabia la ceguera y poco respeto de ese señor. Tú, más que nadie sabe de poesía, y de la buena, la de vuelo alto, quizás, por eso algunos entorpecen su paso.
Abrazos todos, y siempre.
Te recuerdo y siento...Yo me voy perdiendo en el naufragio de los años vividos y hallé la paz en ese "madero" ...
EliminarPrecioso poema Elisa, me ha encantado. Mi felicitación.
ResponderEliminarGracias, Julie. Sólo buscaba y de casualidad he viajado a este tiempo...Gracias por estar aquí😘
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