A veces los espíritus puros dejan huellas donde saben quien mira y espera del cielo. (alattkeva)
Recogidos en un sueño permanente
garantía del tiempo en albacea,
somos parte del alma en su marea
y custodia de Dios. Cielo abstinente.
Un plumón de sus alas doliente
que se da a la vida si flaquea,
impulsados al viento en su tarea
de semillas de Amor como aliciente.
Sembradores cometas de la vida
a la busca de un fin imaginado,
pobladores de espacios con latidos.
De un big bang en el surco de una herida;
y cultivo en el campo del Amado
su cosecha mejor... con su gemido.
A. Elisa Lattke V
*Está dedicado a quien conoce estos instantes poéticos de Elisa en: "Don Anselmo".
Bonito soneto con una gran realidad en su contenido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hermosos versos, profundo contenido. Me ha gustado mucho.
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