Volver

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al perfil del alma
es todo cuanto deseo,
porque crees que lo tiene y lo ha tenido
y lo descubre la sangre latiendo en cercanía.

Entonces
ves de qué dependes cuando te alejas del mundo
y, si dejas de ser, nada pasa.

Hoy sentí ese baño de sudor
y la fiebre consiguió su propósito.
Era sometida a los designios,
aferrada al tallo que me queda de mi ser
sin temor a desaparecer...Estaba conmigo.

Me llevaré los sueños
los tuyos y los míos como el aroma de todo cuanto he percibido,
siguiendo las mismas huellas, las de los insectos en primavera;
no habrá muerte ni cremación, ni cenizas.
No la habrá porque no hemos existido.
Sólo fuimos sólo un un sueño llenándose de infinito.

¡Ah, Amor, tanta preocupación para nada, si ya estuve aquí!


 alattkeva