Y sé lo que me inunda y me sostiene,
me abraza y no me suelta y va conmigo,
lo siento en la razón como un amigo
al lado de mi ser y me mantiene.
Yo sé que es más difícil quien no tiene
la fe que lo hace grande y trilla el trigo;
pudiendo resguardarlo y va consigo
el alma del amor que lo contiene.
Apenas se desborda el mar, serene,
frenando su ansiedad sin su litigo
quien vive en el umbral como mendigo
es templo espiritual porque le llene.
Por eso tanta vida nos detiene
poniendo a las pasiones su postigo;
renuncias por virtud dando mitigo
al cuerpo que se agita o desenfrene.
Hay calma y consonancia, si se abstiene
de no llevar bozal como castigo,
un cuerpo que no acepta ser boñigo
cayendo en el error para que pene.
Por eso, reta vida le deviene,
virtuosa en su papel de buen coligo
y gana en perfección un noble abrigo,
llenándose del ser que le conviene.
Bonitos versos con esa reflexión que siempre dejas para el lector.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hallando cosas de mí
ResponderEliminarque olvidé por el camino.
No sé tanto de escribir
pero de mí soy olvido!
Gracias, amigo,querido💙