¡Ah, las lejanías!
¡Ah, las lejanías!
Las confunde el amor por el camino
los luceros se enredan en sus noches,
ellas claman los cantos de las grullas
tienen sed del amor con alfandoque.
Hay vacíos de llantos de distancia...
Hay bostezos de besos en el sueño...
Están faltas de vida y de caricias
mas añoran su grato cautiverio.
¡Ah, las lejanías!
Son las notas que vienen en el eco
con la música de arpas y violines;
es coro de lluvias sempiternas
doblegadas al viento y sus confines.
¡Ah, las lejanías!
Son sollozos del soplo de los tiempos
a este mundo de pruebas y silencios.
"Ranita Azul"
Y a veces son también el lugar de los proyectos y los sueños.
ResponderEliminarUn abrazo.
Acabo, amigo Poeta, de buscar este poema, pensando que podría tener otro relacionado, no así con el mismo título.
EliminarLas lejanías nos inspiran, atraen, se añoran. Tienen o guardan ese algo que nos dejamos atrás o ya ante ellas, desearíamos todavía hallar. Posiblemente es eso que opinas, para quien es joven, para quien las busca y ya proyecta confundirse en un horizonte nuevo. A mí edad, soy yo la lejanía incansable.
Gracias por estar, amigo querido.
Todo se enreda o todo se clarifica, según sea lo marca de la vara del amor.
ResponderEliminarAbrazos querida Elisa.
Gracias por estar, mi querida Taty.
ResponderEliminarVeo que tres años atrás escribí sobre "la lejanía", creo tener alguno más. Pues hoy dejo con esta fecha de 14 de Enero/2019 otro poema sobre ellas. Quizá porque soy yo el fiel reflejo de lo que ya veo en mí, alejándome de este mundo. Qué amiga, puede ser un regalo veinte años más ó 23 para los cien, sana capaz de autogestionar la propia vida. Pero es siempre un flor extraña la rosa transparente. Digo algo mágico, lo sé.