Escribo mientras creo...Y la palabra,
permite que la vea más desnuda.
Incita en el sonrojo a la caricia
consiguiendo ser tálamo en la estrofa.
Su clímax la descubre a quien transforma
mimando y permitiendo sus pasiones.
Manejo su pudor muy sugerente
e incita por costumbre, no sorprende,
haciendo que ella fluya y la hago mía.
haciendo que ella fluya y la hago mía.
Se sirve a la expresión de quien la besa.
A mí me inquieta más,
A mí me inquieta más,
el jadeo de la noche enamorada,
el bosque susurrante que la espera
y el roce de la brisa a la alborada.
...
...
¿Acaso su lujuria irreverente
la deja que nos lleve por los versos,
y acaben sus los cielos convencidos
del gozo que produce a sus estrellas?
...
Ya lo creo que...
Ya lo creo que...
¡Relajan las palabras y nos callan!
A. Elisa lattke V.
Pues que no se calle nunca "esa palabra..."
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando a nuestros ojos se desnuda sin importarle la hora de su arribo. Sabe que en ella seremos y lograremos un orgasmo placentero en un verso pleno.
ResponderEliminarAbrazos querida ranita.
Mi querido Rafael Sánchez:
ResponderEliminarLo intentaremos porque la labor es la de todos los que amamos la poesía, pero también por lo que ella nos exige en cuando ls razones que nos da la vida y el mundo en el que vivimos. Un besos y gracias.
Tati Cascada, amiga querida: es una gran necesidad y muy placentera estar a su lado y sentir que de alguna manera ella desafía nuestros sentimientos y nuestras necesidadades que los complementan. Mientras la salud mande ella no deja de ser el primer orgasmo cada vez que trasciende la palabra dentro de lo más íntimo de nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo. Gracias por pasar.