Las almas conservan el latido del cosmos,
son inmutables, eternas y misteriosas; por eso sus sentimientos
resurgen llenos de la gracia del amor, sin sentir su cuerpo. (alattkeva)
Por edad es mi tiempo, plaza y centro,
un sensible proceso que me ajusta,
por sentirme pendiente, pero adusta,
en 'baipás' de mi senda, mi epicentro.
Pues me quiero mejor, desde el adentro;con salud a mis años, fiel y augusta,evitando los ambages, si me disgustalo que da otra razón, por todo encuentro.Ya no estoy para dar valor al mundo,voy colmada, y me siento qué se exhala,de este ser que se interpone sin apego.Mi rebaño de versos, ¡no es fecundo!Y confluí con el dios de mi rehala,¡lo abrumé con sofismas para luego!No dejaré mi juego,me lo pide imperiosa la ternura,y que mi alma no sepa mi locura.
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A. Elisa Lattke V. en: "Ranita Azul"
¡Bendita locura la que nos ofreces en tus versos...!
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
pues sí, a veces necesitamos una buena dosis para comprender la Vida en la vida propia, rozando con la espuela los ijares, que el alazán sepa quién va en la grupa y manda la fusta. Así de claro. Ya veremos si la artrosis también tiene su dosis.
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