Quererse un poco más, siempre me absorta,
porque, si debes marchar, te vas desnuda;
y por dejar de ser, callada y muda,
has de amar al silencio y ya no importa.
Intento comprender lo que soporta
mundo, tiempo y la mente bien ceñuda;
robando un pensamiento que me anuda...
¡el aire al que me anudo y reconforta!
Me voy con algo más de lo aprendido,
por suerte, este abandono no nos pesa;
en mi caso, feliz por ser lacustre
el alma que me aguanta lo esculpido;
sin hálito, renuncias, vas sin huesa
sin hálito, renuncias, vas sin huesa
y, en la percha, tu 'traje', sin su lustre.
¡Si se entiende la muerte en su abandono,
vas contenta y en paz sin tanto encono!
¡Si se entiende la muerte en su abandono,
vas contenta y en paz sin tanto encono!
alv en: "Ranita"
Bonito soneto.
ResponderEliminarUn abrazo.