Me quisiera tambor de medianoche,un tan tan retumbando por un pecho;el fulgor de mis ojos por un lechoen las sábana amantes, sin reproche.Del paisaje silente, por invierno,la costumbre de ser de alguna brisa,que se lleva mi amor a su sonrisa,con mi lánguido verso en su cuaderno.Nadie escucha los cantos de los mares,ni tampoco al del mirlo en el ramaje,ni sus silbos en celo y su belleza.No se sabe porqué, por los azahareshay aromas de amor, blondas y encaje,y se canta a la vida con llaneza.Es la naturalezade las cosas que son y siempre fueron.Nunca cambian, serán como se dieron.alv en: "RanitAzul"
Aquí reúno mis pensamientos con alas. Una visión de mi yo y como veo la vida alrededor de mi ser, llenándola de mi creatividad, recuerdos e inquietudes. Es un espacio físico para mi espiritualidad. Un lugar de 'remojo' para una inquieta "ranita azul" (mi mote), entre la maraña del bosque de mis ideas y la charca mental, donde permanece lo que refleja la luna en las charca. ¡Gracias familiares, amigos, conocidos y no conocidos por su visita!
Amigos, familia y conocidos
jueves, 2 de febrero de 2017
Me quisiera
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Algunos sí escuchamos al mar y sus cantos... (Como tú, querida amiga)
ResponderEliminarUn abrazo.
Es una virtud que pocos tienen ante lo que sugiere la belleza de todo lo creado. Esa amada naturaleza que necesita de nosotros para ofrecer la imagen de Dios en ella, incluidos quienes por su gracia tenemos seis sentidos para sentirnos parte de ese Todo. Gracias Poeta Amigo.
ResponderEliminarQué hermoso poema, Elisa! Me contagias poesía. Te felicito siempre que te leo. Besos, amiga.
ResponderEliminarMi querida Julie, sabemos que es así como el corazón nos insta a sentir y con salud, expresar sentimientos que son genuinos. Un abrazo, Amiga Poetisa.
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