Estoy rendida

Estoy rendida...
Y con el paso del tiempo por las horas
me siento una abstracción que se imagina;
que consume la esperanza o me desdobla
en este hacer de ocios conocidos,
pero también de vicios ya prohibidos.
Porque lo son los sueños que murieron.

Aún escucho la voz y alguna risa
en el aliento que demanda mi monólogo;
el que se va con el viento hacia su nada
y escucho este río de vida que acompaña,
bajando las cumbres de mi tiempo ya nevadas.
Estoy rendida, pero no acabada;
porque, a veces el cansancio me domina
como el lúgubre sentir de mi mesura;
acaso olvidé ser atrevida
y no la pausada quietud
de algún silencio.
Mas bien frené mi corazón en su arrebato,
consumiendo palabras en los versos.
En esa brevedad de las cosas que no fueron,
fui la estancia de un silencio de mujer
que amaba; más se le fue la vida,
mientras ahora, mira, piensa y calla.

Elisa