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miércoles, 16 de enero de 2019

Siempre es más...

Te escuché...
Y tu voz tenía tristeza
y era más...¡Melancolía!
Y sentí que había un desgarro
bajo la piel de tu pecho;
y era más...Tus noches frías.
Llenas de cielos vacíos,
llenas de lunas nubladas,
llenas de amor regalado;
cabizbaja, ibas sombría.
Caminabas por tus sueños
con hilachas por vestido
de anhelos y fantasía.
Con la niebla te tapabas
y tu cuerpo iba aterido.

¡Siempre es más..., más de lo mismo!

¡Y era más de tanto menos
que te acosaba por dentro,
como si fuese mi vida
y te sentí tu lamento!
Como una astilla que clava
dentro del alma ajena,
para herirnos en el alma.
¡Y era más, más de lo mismo:
La aflicción da la torpeza
de quien no piensa en la calma,
y el mal de tanta vileza,
se le defiende y ensalza.

O, nostalgia de otro ayer
que se va con nuestra vida,
mas procura al sentimiento
abrir en canal la herida. 
Y caminas las estancias
con el alma por el cuerpo
y sólo acumulas años
del dolor de otros anhelos.
¡Pero sabes que no cambian
los que juzgan y condenan,
al sacudirnos el alma
del amor que se les diera!

¡Siempre es más..., más de lo mismo!


alattkeva

2 comentarios:

  1. Sí... Tanta realidad, pero cuando salen de ti, todo tiene un halo diferente.

    Muchos, muchos abrazos

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  2. La tristeza es la clave, no sé, pero estuvo allí desde mi niñez en medio de esa gran felicidad que era sentirse rodeada de tanta magia natural o, quizá todo estaba ya en mí y por alguna razón me escapé de algunas manos y era su talismán. Creo que una rana azul de lapislázuli es aún y debe ser un magnifico tesoro, para quien la tenga; pero si no sabe de sus secretos ha perdido la magia que le regaló el destino.

    ResponderEliminar

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