Corre el tiempo tan a prisa,
que la vida se sofoca,
me muevo como las ocas
o floto como baliza
El sol ilumina el lago
de las tardes que frecuento,
en vaivén de un pensamiento
que al orar siempre sufrago.
Van ideas por las sienes,
caminan los sentimientos;
los arreboles los vientos
y con palabras, me tienes.
¡Ay, del candor de mi verso
y del sonrojo que llevan,
las estrofas que me elevan
envolviendo mi universo!
Siempre estás allí conmigo...
Siempre en este estado ajeno...
Y al tiempo donde me alieno,
tal si fuese mi castigo.
¡Y qué feliz permaneces
sin reproches para el alma;
estás en perfecta calma
y lo repito mil veces!
Siempre se encuentra ternura en tus versos. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.