INTERLOCUTOR

Interlocutor, tú, sí... No sé por qué estás ausente. Nunca me escuchas.

Me hace pensar esa actitud de total desinterés en mi propia realidad personal, mi "ingenuidad o candidez" me desborda, sí, pero es como un refugio, un escudo necesario en ocasiones pero de mi naturaleza o manera de ser

¿Basta equivocarte para comprender quien soy?

Lo que amo para no ser abundante en lo que no sé o no conozco, y con lo que me encuentro a gusto o bien, es, ser sincera conmigo y con los demás. A mi edad no hay mentirijillas que valga ni de broma.

Pero luego ves las cosas que te pasan o hacen esos otros en lis que confías, lo que opinan sin saber nada de ti, o lo que creen saber de ti por cualquier cualquier cosa si te equivocas.

Medito en silencio sobre ello...

¿En qué me he equivocado con estas personas, qué doy Señor, de mi mundo tan sencillo, honesto y real por transparente sin inventarme nada que nunca hice o fui...y basta una tontería de mi corrector, que como todo diablo , piensa por nosotros, para para pasarse tres pueblos conmigo.

Simplemente soy y sigo siendo a mis años, la que descubro en mí, como lo mismo he explorado en la mirada ajena, siempre descarada o huidiza en las dos dimensiones de un mismo ser cuando al verme y al hablar, comprueba que se ha equivocado, pero no pasa nada, es que ya lo sé desde mi uso de razón; es como leer en un libro y lo que lees y ves del protagonista en el tema y quién lo escribe a la ves, no sabes cuál es el verdadero, si el del relato o quien lo escribe; pero también al contrario, el que lee el interlocutor de un mundo que no es el mío; pero sólo se entretiene por extraño o enigmático porque se lo figura y se lo cree.

Ves que todo lo aparente, no razonado y sí para descubrir lo práctico que puede verse en ti, no lo espiritual que hay, es de verdad... No fingido.

Falta esa magia, pirque no hay contacto con ese misterio natural, el que representa un espíritu puro de quien lo ofrece...y ve físicamente lo que no espera, lo contrario a lo que pensaba o eres por envolverte tu ser en un algo indefinible por misterioso. Como el bosque o la jungla que hay en ti mismo.

Pero en el interlocutor, es todo plano, práctico, árido, estudiado y frío, ya no sorprende y le temes. Porque, lo más hermoso que siempre viví y aprendí a conocer está ausente de mi mundo se fue con mis padres y mis abuelos y sin embargo, yo sigo allí con mi realismo fantástico, mi mundo no explotado por esos otros y sí explorado por mí siempre querido. Mi refugio con lo indispensable para seguir soñando y, lo necesario para seguir viviendo, aunque siga caminando por este suelo y sepa lo qué me rodea, mientras sé lo que sé y piso ya no sé qué... pero veo su bóveda celeste hasta que me vaya.

Sí, amigos, está soy yo.

Ya no lo siento ser como soy, sólo he ganado años y conocimientos, se dividirá lo que hay en lo que veo físicamente , como lo que veo con los ojos de mi espíritu, es que ves la diferencia y no te importa contarlo, te quitas todos los velos como Salomé y tan a gusto.

¡Sí, soy y seré una ingenua, pero no volada, mal pensada, astuta o calculadora, esa no es mi forma de amistad. Es limpia.

alattkeva.