El gato de mi poesía

Quizás me adorne el pudor
o, mi ángel de la guarda 
vigilante en la cancela,
me despierte con aldaba.
Es posible que la puerta
expedita al desalojo,
considere que a sus años
no debe pasar cerrojo.

Que, algo digno a mi memoria
bajo cobijo del cielo,
dé al cepo del error
la nobleza ante el espejo.

Para más 'Inri' en la cruz 
lo vetusto tiene un precio,
se suele 'poner las botas'
resolviendo algo complejo.
A veces, la poesía,
es gato provocador;
es insomne por las noches
subido por los tejados,
¡sólo por ver a la luna
aunque el cielo esté nublado;
descubre desde su suelo
que algo mulle dentro de ella;

zarpea nubes de lluvia

para encontrar a su estrella!

El ángel se hace mundano...
La realidad sibilina...
Los fríos ponen mortaja...
La sinrazón es la ruina.
La nostalgia es otro Edén,
si se vive sin la reja,
bendigo al gato que juega
con la lana y su madeja.
Y la puerta me define,
sólo se cierra por dentro
¡Como el suspiro a la muerte
y la boca con un beso!

A. Elisa Lattke V


*La Inspiración: Se me ocurrió en Sigüenza, sentada en un banco de la catedra donde está la imagen de "El Doncel", una bella escultura fúnebre que tiene su historia. Es discutida  la leyenda por la política de cada tiempo, todos quieren quitar o poner un autor diferente. Un día cambiarán todo. A mí me gusta como me la contaban en América hispana, los libros de literatura e historia de España en el Instituto Gregg 

(Guadalajara- ESP)