Me quedo conmigo

Me quedo conmigo misma...
Me quedo con mi palabra...
Con su esencia y contenido...
Con su melodía plácida,
con su goteo sonoro,
con el sentir tan humano
que trasciende por mi tiempo.

Algo me llevo conmigo

que nunca se lleva nadie;

porque teme arrebatarlo

y devolverlo una tarde.

El beso que nunca di

al sueño que me rondaba,

por el camino del tiempo

porque aún no me esperaba.

Por quedarme con ese algo...

-¿Y por qué no, con mis duendes?

Esos que juegan con versos

y los cuelgan cada viernes

Y me escriben lo que dejan

mientras llueve de los cielos

 y se enciende el horizonte

y la nave de mis sueños.

Lo imaginado y vivido.

La experiencia de mi vida.
¡Me quedo con mi regalo,
lo que pienso, siento y digo!
Para saber de mi barro
mientras fue mi paraíso

y rondó por mi cabeza;

si satisface y lo narro.

Porque fue terapia a tiempo 

para sentirme con algo,

que no me diera la pena

de perderme o aguantarlo

Me quedo en un arrebol
de iluminación vital,

lo sublime del pensar

para llenar mi cabeza.

con el canto de mi locura
con su sello y su belleza.
con ese diseño frágil,
de un celaje y su hermosura.    
Yo, me quedo con lo mío,

mi apego a lo tanto amado;

¡mas quisiera no irme sola...

sí va Jesús a mi lado! 

(Cuando escribí este poema, leía al poeta colombiano, ,*Aurelio Arturo)


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