Porque sé, que al pensarte
me zozobra la barca,
encallada en la estancia
de algún puerto querido;
pero a veces se sueña
reparando nostalgias,
y vestida de sombras
nos deleita un suspiro.
Yo no sé de ironías
ni de halagos vacíos,
pero sé de sonrisas
y del ámbar que quiero,
escondido en los ojos
al mirarse en los míos.
Elisa
Versos con mucha ternura.
ResponderEliminarUn abrazo.