Juega el viento en las choperas,
se desmayan verdes ramas
y por el cauce del río,
se sienten cantos de ranas.
Florece una flor esquiva
entre la albahaca y romero,
y alza altiva su corola
porque le dicen… ¡Te quiero!
Entre las yerbas y jaras
anidan dos pajarillos,
se hace la tarde concierto
cuando le cantan los grillos.
Escondido por las rocas
un mirlo canta a su alma,
citándola en madrugadas
cuando duerme la montaña.
Y por las cumbres se siente
raudo el viento cuando pasa,
desnudas nubes persigue
para que suelten el agua.
Hace calor en el bosque,
muy fresca la charca está,
croando sueña una rana
por su luna que no está.
Cuando vuelva de otros lares
dime luna si quieres verme;
porque por allá las brumas
me impiden sentirte alegre.
Porque sé que de mis cantos
sientes el alma del monte...
y, a través de tus montañas
brilla más el horizonte.
Lunita, lunita mía,
no sé por qué yo te quiero,
si por quererte suspiro
y por tenerte me muero.
alattkeva-09
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