Con la ternura regalo
la caricia en la palabra
para que veas quien labra,
mi retiro franciscano
en otro lugar lejano.
Adoro el recuerdo tuyo,
sin presencia pero intuyo
porque en el aire respiras
aromas en que te inspiras,
cuando en el ser me diluyo.
Estaré, en ti estaré…
para sentirme muy dentro
fundiéndome en cada encuentro
y del aire yo seré,
como cantar que se adhiere,
igual que musgo en la piedra
o hábil bejuco de hebra,
subiendo por el dintel
asido a tu tronco y piel
cuando la noche se quiebra.
Seré de tu vida el abismo,
el precipicio que miras
allí donde le suspiras…
y lo ves con estrabismo;
si somos dos… ¡y lo mismo
de imperfección en terreno,
olvidas dios agareno
que tiene sed y, agua pide,
por el temor que te impide
¡sentir que invade tu seno!
La fe de amor nos delata;
cubriéndonos de ceniza,
somos brasas que en su liza
no apaga el viento y dilata;
más bien la brisa insensata
las dispersa encendidas,
llevando amor llevan vidas
con su eterno poderío,
porque los versos son río
y nos anegan crecidas.
Te dejo con el requiebro
que hace el verso en su recodo,
para llevarse ese lodo
del estuario de algún… Ebro.
Somos río y lo celebro
Somos río y lo celebro
lo comparo en su corriente,
como el mejor referente
de fluviales desvaríos,
revolviendo los estíos
sin llevarse nuestro puente.
*
*
Elisa Lattke
8/09
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Las ranas saben, los hombres piensan, el aire lleva, los sueños quedan; mas un silencio todo lo encierra. (Elisa Lattke-09)
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