Yo se bien que me faltas
y necesito... del aire;
como el agua que quiere
ser la sed de tus tardes.
Y queriéndote mía
te conviertes en niebla,
deshilachas en brisas
y en veredas te enredas
Vos... la fuente de vida
e ilusión que me tiene,
un pecado del mundo
un regalo del cielo;
el tesoro que he hallado
y del tiempo un misterio,
bello canto a mis años
que mantiene mi aliento.
Yo sé bien que suspiras
en la frágil materia,
perturbada..., e intranquila
¡y sintiendo una hoguera!
En sus llamas te abrasas
soy la lucha que llevas,
por quererme tan tuya
con mi fuego te quemas.
Y lloramos silencios
en susurros de versos;
con aromas de rosas
y delirios serenos,
se nos queda pequeño
este mundo sin nada,
con anhelos que vuelan
... por renglones del alma.
Y te sé de la niebla
de silencios adentro,
de vertientes que vierten
su sentir en el verso;
con la lágrima fácil,
con el llanto impotente;
con el beso que calla
y acaricia al ausente.
¡Yo sé bien... que me llamas
y los dos nos morimos
sin vivir el presente!
sin vivir el presente!
Elisa en: "Don Anselmo"
feb/10
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