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domingo, 8 de agosto de 2010

¡Sesenta y cinco veces buscándome! (Dic/2006)

¡Sesenta y cinco veces buscándome,
 sesenta y cinco!... 

¡Sesenta y cinco veces!
...
En la dimensión del ser en otro,
en la del hombre dios, el que nos mide
controla,

            vigila, 
                    ordena y sugiere,
soportamos la soledad acompañada. 
¡No somos nadie, no somos nosotros!
No hay amor, sólo materia efímera, entonces, nos buscamos
y nos hallamos en un poema  o todos,
También el amor camina por ellos en cada verso y estrofa,
el que buscamos, el diferente, el que silva en la rama.
Piensa una, que sin tener rencor al mundo
por lo que le embrutece, desanima y desgasta
se es reflejo de otros ayeres en un hoy vivo,

al que no se pertenece, que no se sabe cómo llegas a el...
Buscando insaciablemente consuelo en un lienzo, en un verso

en un atardecer; intentando ser una misma en la diversidad de opciones,
no engullida, pisoteada y hasta amada de otra manera 
sólo por la necesidad del mundo;
no eres nada y somos sólo una forma que encaja, un todo único y programado
que complace, que llena desgastando.
¡Y si nos dejamos, embrutece!
                  ¡No es, no soy, no seremos!
                             ¿Cómo florecer en invierno?
Por favor...
¡Sesenta y cinco veces buscándome!

¿Dónde estoy, quién soy,  y qué hago acá?
¿Quién eres?- te preguntas- o ¿quién soy?
¡Sesenta y cinco años de una vida sin hallarse!
Soportando mi frágil condición de mi espíritu,

con el ánimo combativo, con mi dolor de no ser,
pero sigo siendo en la tristeza de ayer y hoy huyendo de ella,
del mundo, de aquello que aún no sé que es cuando escapa de mis manos;

porque imanta..., me lleva, me tiene y me llama a estar.
Olvidándome de ser yo misma, acercándome a los que amo, sirviéndoles... 

¿Y dónde está mi tiempo? ... ¡Se ha pasado y mis bolsillos llenos de esperanza!

- ¡No te quejes, es así la vida, tú la planificaste!
¿Yo? ¿Dime cuándo, por qué? 

(...)
¡Necesito volver,  volver a ver mi estrella!
...
Cuando contemplo su noche
en la vastedad del firmamento,
ella sigue allí lejana, inalcanzable a mi mirada
y yo que la contemplo, apagada en la distancia
¡Soy de mi nada acá, brillo de nadie y no me dejas ir!
Sabe de mi luz y me necesita, del sonido de la brisa
aunque no tenga importancia para el mundo;
del canto de un grillo que
no tiene importancia en otros;
de ranas en mis manos, del crujir de mis pisadas
sobre grava,  en las hojas  secas que acumuló mi estío;
de un chapoteo de mis pies sobre agua... de mar


Te busco y me busco en el sonido de mi sangre
como árbol erguido que no se muere nunca,
al pie de mis raíces que saben de su savia que sube...
            Que sube,
                      sube
                                 y sube...
¡Necesitando dos palabras
para colgarlas de una estrella,
perdiéndose por fin mi humanidad completa!

*

Elisa.

(De: "Mis víspera de invierno")
_________________
Sólo intenté saltar fuera del agua, pero mi lugar está y estuvo siempre dentro de 'mi charca'. ¡Gracias por todo si un día dejo de ser una más! (alattkeva-10)

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