Yo fui quien descubrió el camino
y horadé las piedras con mis pasos.
Me quemé en los rayos de una estrella,
besé tristezas, las fui borrando.
Apisoné sus uvas por sus sienes
fui lagar de amor y una leyenda.
Jugó con su vida y yo con mi muerte
bebiendo de mi alma en su bodega.
En el vaho de sueños diluída
a golpe de fusta cabalgaron,
océanos de olas de mi pena
y las aves de sueños... volaron.
y las aves de sueños... volaron.
Elisa
Bonito camino que conduce a los sueños Elisa.
ResponderEliminarUn abrazo,
Maravilloso...
ResponderEliminarBesos hasta ese vaho de sueños Ranita.
(Qué música hermosa.)
Rafa: Gracias por estos momentos que me dedicas. Esos caminos ahora en mi realidad son necesarios.
ResponderEliminarUn abrazo. Elisa
Vuelvo a este tiempo mío fuera de otras situaciones que me ataban, pero delicada de salud, sin embargo creo que esto de comunicar agradeciendo el paso de los buenos amigos me hace mucho bien. Te debía una contestación, no, ¡qué digo!... Muchas.:(! Aún en el vaho de los sueños las aves saben buscar los caminos. Gracias querido amigo.
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